http://www.edadsinlimites.es/sitemap.xml.gz

EL ODIO QUE SE DISFRAZA DE “CRISTIANO"

En los últimos años tenemos en España una serie de organizaciones inspiradas en otras de Estados Unidos especialmente, que se denominan “cristianas” de una u otra manera, pero que a lo que se dedican es a fomentar el odio, es decir, a practicar el cristianismo de la Inquisición contra los acusados de herejes o contra los “judaizantes", de los que quemaban vivas a pobres mujeres acusándolas de brujería, o de los que expulsan demonios de personas que no tienen ninguno.

Los “abogados cristianos”, son una de estas organizaciones que no pierden ocasión de llevar a los tribunales a instituciones o particulares por cualquier causa, incluso la más nimia; la última la de denunciar la bandera del arco iris en un ayuntamiento, hazaña que va a salvar a la ciudad y al país de la corrupción y el contagio. Las afinidades de estas organizaciones con la ultraderecha y sus organizaciones políticas son evidentes y sus objetivos los mismos, es decir, la imposición de una armadura ferrea a la sociedad, en la que la diversidad racial y sexual permanezca oculta y se castigue más o menos atrabiliariamente cuando se vea.

El ideal de estos enemigos de los derechos humanos y de la verdadera libertad es la Rusia de Putin, la Turquía de Erdogan o la Polonia del presidente Duda, es decir, una vuelta a un pasado poco glorioso, opresivo e hipócrita, en el que lo que no se ve no existe, o se hace como si no existiera, para mantener unos “valores” teóricos que hacen caso omiso de la ciencia, que ha demostrado una y mil veces que la orientación sexual no se aprende, no se contagia y es incambiable, valores que para nada tienen en cuenta la felicidad individual y que van orientados a mantener el patriarcalismo más rancio, con las mujeres en teoría respetadas y en realidad sometidas.

Cristo fue muy criticado por los fariseos porque se sentaba a comer con prostitutas, con publicanos (agentes tributarios) y demás ralea detestada por las élites de su tiempo, pero él, que era en gran parte un revolucionario, no rechazaba a nadie y no se le oye predicar el odio más que contra el odio mismo. Resultaría cómico, si no fuera trágico, que muchos de los que dicen ser sus agentes ahora se comporten exactamente igual que los fariseos del evangelio.

¿Qué le puede importar a un ciudadano cualquiera que ondee la bandera del arco iris durante unos días? A no ser que odie, nada. Los no católicos, no cristianos o no creyentes tienen que soportar las siniestras procesiones kitsch de la Semana Santa con sus vírgenes llorosas y enjoyadas, y a nadie se le ha ocurrido llevarlas a los tribunales, cuando para no pocos ciertas devociones “cristianas" son realmente ofensivas.

Como siempre en la historia, los reaccionarios intentan volver a tiempos pintados como maravillosos que no fueron tales, como siempre en la historia, es una batalla perdida por múltiples razones, de las que la más importante en la actualidad es el despego progresivo de una gran parte de la población de la religión dogmática y autoritaria, tan lejana ella del “amor” que se dice la califica.

© Edad sin límites 2020